Abre as asas sobre mim

(Durante la pandemia extiende las alas sobre mí)

Siempre presente en mi obra el diálogo entre Brasil/Argentina.
Durante la pandemia, trabajo en el búnker antiaéreo (mi depto), con mi cuerpo, haciendo cuerpo, juntando elementos de la naturaleza seca del jardín del edificio.
En una de las pocas y rápidas salidas, lo reencontré en un local cerca de su casa-taller en San Cristóbal. Un avión.
Pensé que está vigente, homenaje, diálogo, creo que él me lo permitiría.
Abuso de poder, violencia, sometimiento, resistencia, resiliencia. No más NAPALM pero los señores de la “estrella de la muerte” son los mismos.
La nueva guerra llega a través de aviones de línea. La civilización occidental se descompone.
En un mundo que es varios pero ahora uno, fumigados, diseminado el virus que nos quita el aire. Tierra quemada.
El león está junto a mí en este nuevo universo. Hacer cuerpo, mujer bicho saliendo de las cavernas.
“El arte no será ni la belleza ni la verdad, el arte será la eficacia y la perturbación” (León Ferrari)
O avião abre as asas sobre mim, arma de doble filo, esperanza.
Ileana Hochmann
° ° °
*Ney Lopes y Wilson Moreira (compositores brasileños)

“…Ileana Hochmann hace un homenaje a ese artista magistral (León Ferrari) y su obra icónica, recluida en su “bunker antiaéreo”- como ella suele referirse a su departamento en la ciudad de Buenos Aires –, su cobijo frente a la amenaza latente en el exterior, desde donde se propone, elige crear una obra que da pie a fase final de un relato que tiene a su cuerpo como protagonista excluyente.

(…) Ahora ella, (…) confinada en un aislamiento donde solamente su entorno y la escasa naturaleza del jardín del edificio podían dar cierto marco creativo para esta obra, se refiere a este trabajo como un diálogo, un homenaje donde aparece el “abuso de poder, violencia, sometimiento, resistencia, resiliencia. No más NAPALM pero los señores de la ‘estrella de la muerte’ son los mismos. La nueva guerra llega a través de aviones de línea. La civilización occidental se descompone. En un mundo que es varios pero ahora uno, fumigados, diseminando el virus que nos quita el aire. Tierra quemada. El león está junto a mí en este nuevo universo. Hacer cuerpo, mujer bicho saliendo de las cavernas”.

(…) El avión de León Ferrari soporta el peso del Cristo, se convierte en el elemento martirio por excelencia. En el trabajo de Ileana Hochmann el avión está por delante, se nos impone y el sentido se invierte: ya no es aquel que bombardea en posición vertical listo para caer con todo el peso de su destrucción sobre la humanidad sin sutilezas posibles, sino que es un avión que se desplaza de manera horizontal a velocidad crucero. Es el avión de línea, el ‘transporte más seguro del mundo’, el protagonista de la era de las comunicaciones facilitando los recursos a la demanda de la inmediatez, el que se pone en primer plano como prefiguración de la desgracia silenciosa que lleva en sus entrañas: un virus en principio imperceptible para quienes lo abordan y para quienes esperan en destino, un organismo que cambiaría el paradigma de la “sociedad universal” para siempre.

(…) Coda es el cierre de una etapa. Me quedo con una de las fotografías que integran la serie donde una demolición contiene al avión de línea derrumbado y detrás, un autorretrato de Ileana – la primera imagen desarrollada en la cuarentena-. Esta suerte de Apocalipsis, de Revelación augura caminos inciertos y tanto el artista como quien mira la obra, debe optar por la lectura más personal posible por sobre la colectiva: escombros que pueden ser la representación de la devastación final o pueden ser el piso para empezar a reconstruir. Un retrato que puede ser un recuerdo de lo que fue, un testigo de un tiempo en la historia, pero que también puede ser la imagen de una resistencia que sigue vigente, de pie, de cara a un futuro que más allá de lo ingobernable que sea nos deja la enseñanza de que el camino se construye siempre desde un sedimento anterior, un resto de ese Big Bang inicial que provoca millares de  partículas para dar origen a millones de universos posibles. ”

 

Fragmento de Coda
Lic. Maria Carolina Baulo
Historiadora del Arte, Curadora, Escritora

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